La cirugía estética se realiza para mejorar la apariencia física, a menudo para aumentar la confianza en uno mismo. La cirugía reconstructiva, por otro lado, se centra en corregir deformidades o lesiones causadas por traumas, enfermedades, defectos congénitos o cirugías anteriores, con el objetivo de restaurar la función y apariencia normal.

Un buen candidato es alguien que está en buen estado de salud general, tiene expectativas realistas sobre los resultados y busca mejorar su apariencia o corregir una deformidad. Es crucial que la persona tenga una motivación personal y no busque la cirugía para satisfacer las expectativas de otros.

Los resultados de la cirugía plástica pueden ser duraderos, pero no necesariamente permanentes. Factores como el envejecimiento, cambios en el peso y el estilo de vida pueden afectar la longevidad de los resultados. Es importante mantener expectativas realistas y seguir las recomendaciones para cuidar los resultados.